EL PODER DE CELEBRAR LOS RITUALES DE LA RUEDA DEL AÑO
OPINIONES DE UNA BRUJA
Mucho se ha dicho sobre el tema del eterno retorno. La versión que me ha fascinado es la de Mircea Eliade; quedé en éxtasis místico al leer su libro porque me iluminó en cuanto a lo mágico de los rituales.
Me hizo recordar cuando hacía la investigación sobre el poder de consagración y bendición de objetos o sucesos por parte de las personas sacras o mágicas, el efecto no es el mismo que el de alguien que no cuenta con esa energía. Y me recordó, así mismo, cuando preparando el curso de adivinación leí sobre el don de la profecía que venía acompañado de la santidad, la videncia solar y la voz que no surge de la propia consciencia, sino que es “la voz” de la verdadera esencia, del GRAN ESPÍRITU, se es un canal de “La voluntad divina”.
Un impulso misterioso me hacía realizar los Sabbats y Esbats, aunque no terminaba de creerme por completo la conexión. Hasta que me cayó el veinte, ahora sí de que al repetir un ritual se llama a las fuerzas cósmicas originarias, poderosas e insondables que fueron ejecutadas, emanadas, creadas en la historia o mito original.
Cito a Mircea Eliade “Una piedra será sagrada por el hecho de que su firma acusa una participación en un símbolo determinado, o también porque constituye una hierofanía, posee un mana, conmemora un acto mítico, etcétera “.
En este caso es el objeto, pero en el caso de un rito es un acontecimiento que se convierte en un evento receptivo con un actualizado sentido y valor sacro.
Al ser una hierofanía, el hombre ya no es, el rito es sagrado, incomprensible e invulnerable.
Cuando la gente lleva a cabo un rito sin creerlo, a la fuerza creadora en nada le afecta.
El rito se encuentra cargado de lo sagrado, lo místico, lo mágico, es una forma simbólica que repite los ciclos del cosmos: unión, nacimiento, renacimiento, combate, triunfo, etc.
Cada ritual en la Vieja Tradición repite o nos remonta a un acontecimiento originario, a un principio creador o transformador de la vida y el cosmos, es la reproducción del acto primordial. Por ejemplo, Yule en el solsticio de invierno es el nacimiento del Dios, del sol, crecimiento del día.
Cada vez que se celebra el rito, se renueva la energía, se vivifica, cobra vida e insufla de su magia a los participantes y al mundo; es un prototipo mítico, eventos consagrados por los dioses o simplemente por la naturaleza, desde una visión animista, la diosa y sus ciclos en lucha y armonía con otros dioses.
Dice Mircea Eliade “…el hombre arcaico, no conoce ningún acto que no haya sido planteado y vivido anteriormente por otro, otro que no era un hombre”. Esto ya ha sucedido y el hombre repite sólo la ontología original. Así, un acto mágico en la tradición es un acto sagrado donde se participa de una realidad trascendente, llena de sentido y no sólo común y sin significado.
En el caso de los sabbats estamos hablando de una repetición de acontecimientos celestes, que tienen su simpatía con eventos míticos, eventos de los dioses: Perséfone al regresar con su madre Démeter del inframundo inaugura en cada ciclo la primavera-Ostara.
En el rito no pasamos por la construcción de templos o ciudades forjadas según modelos míticos o celestes -asemejando ciudades de los dioses o posiciones de las estrellas- sino que son eventos estelares, de la tierra en relación con los ciclos de las constelaciones, de la posición del Dios (Sol) en relación con la Tierra (Diosa), son el cambio e inversión de los días (Sol-Dios) más largos o más cortos que la noche (Luna-Diosa).
“Se realizan ritos que repiten simbólicamente el acto de la creación” construimos y celebramos de acuerdo con arquetipos. Mircea Eliade les dice aquí a los que comparten estas creencias: “hombres arcaicos”, no me gusta cómo los enuncia, ya que éstos modelos no distan de las creencias neopaganas, más que “arcaicos” les llamaría “antiguos” u “originarios”.
Se considera que al ocupar un espacio vital y al traer la “cultura o civilización” se transforma de “caos” a “cosmos”, se le da realidad a las cosas, que ahora son sagradas. El rito, sus pasos, así como el altar, hacen lo mismo, pero más natural y sagrado. Estamos repitiendo eventos primigenios. El altar y establecimiento de los 4 elementos confiere orden al caos, son las cuatro cualidades, establecemos un orden; se llama a los cuartos en los sabbats. Dicho orden confiere luz (logos-logia) en la oscuridad. Tomemos el ejemplo de los dragones primigenios griegos que se separan para formar a Urano y Gea, en el mito egipcio es Shu y Tefnut que se separan del coito para constituir a los 4 dioses primarios: Isis, Osiris, Neftis y Set. Observemos: Dios y diosa que se unen y crean, después el orden en el espacio con los cuartos-elementos.
Cada vez que repetimos un ritual, cada vez que llamamos a los dioses y a los cuartos, estamos replicando un acto mítico, estamos sacralizando la mundaneidad, estamos teniendo la oportunidad de renacer, de recibir la fuerza arquetípica originaria, la energía de vida, tenemos la oportunidad de dar vida simbólica a los muertos es Samhain, de que nazca la esperanza de la Luz en Yule.
Al celebrar los Sabbats atraemos esa fuerza; sin embargo la neurosis de nuestra civilización como seres históricos, tercamente lineales y materiales nos cierra a recibir los importantes poderes de estos ritos para satisfacer nuestra dimensión de lo sagrado, que en todos los seres humanos está presente. Pero cuando lo hacemos conscientemente, abrimos nuestro corazón y conciencia a recibir, entonces la magia sucede, nos impregnamos de lo sagrado, de lo mágico e insondable.
Entiendo en este momento por qué cuando se hace un conjuro o una oración aludiendo a un acto heroico, mítico o religioso, tiene mucho más poder, como la oración que hago para proteger y regresar el daño de mis pacientes:
Dullix, ix, ux. Sí, tú no puedes venir sobre Poncio
Poncio es sobre Pilatos.
Aunque la primera vez que la vi me rehusaba a usarla por el contenido católico, la había puesto sólo como referencia en mi libro de Tratado II, sin embargo cuando preguntaba a la energía cuál oración era la más poderosa, constantemente la respuesta me llevaba a lo mismo”.
A partir del día que terminé de leer nuevamente el libro del “Eterno Retorno” impregné de esa fuerza mítica y divina al primer hechizo que hice ese mismo día, repetí las historias y mitos para darles fuerza, me sentí la heroina o diosa del mito y, ahora con consciencia, sentí un poder mucho más intenso, una energía inefable.
Te recomiendo hacerlo...
Cuando lo que pides o conjuras lo haces en memoria de algo más vasto, algo mítico, el poder mágico es mucho magnánimo.
Mi frase de hoy es:
Pide como un dios(a)
Lucha como una mítico héroe (heroina)
Ama como los dragones primigenios
Cree en tu poder ancestral
Y todo el universo se alineará para que la magia suceda
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