El aceite de conexión con la madre
La Mirra es excelente para curación, protección, exorcismo, meditación y espiritualidad. Atrae y aterriza a los reinos elevados a la Tierra. En el antiguo Egipto se quemaba Mirra al mediodía en honor a Ra, y también se humeaba en los templos de Isis.
De preferencia hay que usarla junto al incienso.
Quemada como incienso o en difusor, la Mirra purifica el lugar.
Crea vibraciones y paz.
Aumenta el poder de cualquier incienso al que se añada.
También se incluye en inciensos y saquitos curativos.
Su humo se utiliza para consagrar, purificar y bendecir amuletos, talismanes, y herramientas mágicas.
Protector de maleficios y mal de ojo.
Calma miedos, aurifica, mejora el estado de ánimo.
Es considerada de la madre, ayuda en la relación con la Tierra y la madre.
Ayuda a personas que han tenido perturbaciones en el vínculo madre-hijo.
Permite sentirse más seguro, arraigado, en hogar y a salvo.
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